domingo, 27 de diciembre de 2009

BUDISMO


Hacia el año 560 a.n.e, nació en Kapilavasthu (en la antigua India, hoy Nepal) Siddhartha Gautama, príncipe heredero del clan de los Shakyas, de donde derivaría su apelativo Shakyamuni (sabio de los Shakyas). Tras haber llevado una vida llena de lujos y placeres, privado del contacto con las cosas tristes de la vida, se encontró en tres paseos sucesivos por los límites de los jardines reales, con escenas por él desconocidas hasta entonces, las que repercutieron profundamente en su interior: un anciano, un enfermo débil y delgado y un muerto llevado por sus parientes. Sabiendo que su linaje no lo aislaba de esos infortunios ( vejez, enfermedad, muerte), se dio cuenta de la inutilidad de gastar la vida en lujos y placeres y deseó encontrar un medio para liberarse de tales tribulaciones, tanto por él como por su familia y por el pueblo al que algún día se suponía él llegaría a gobernar. La imagen de un asceta –quien llevando una vida de renuncia a las cosas materiales y dominando sus pasiones, vaga en búsqueda de la verdad– le sirvió de inspiración; y así abandonó sus riquezas y su futuro trono y partió en busca del remedio para la enfermedad, la vejez y la muerte.


Durante seis años aprendió las enseñanzas de los grandes maestros espirituales de la época y siguió prácticas extremas de automortificación. Al darse cuenta de que eso no lo llevaba a encontrar las respuestas ni a liberarse del sufrimiento, abandonó las prácticas extremas, y sentado bajo una higuera oriental, meditó hasta lograr la suprema sabiduría trascendente, viendo pasar ante sí las imágenes de sus anteriores existencias, a los seres cometiendo actos y recibiendo los efectos de sus acciones; naciendo, creciendo, envejeciendo y muriendo una y otra vez en las distintas vías de existencia, arrastrados por la fuerza de sus actos, sus deseos, su ignorancia, sus pasiones. Contando con treinta y cinco años de edad, tras un esfuerzo intelectual intenso y doloroso, se convirtió en un Buda, es decir, en un Despierto, un Iluminado.

Movido por su compasión y viendo que aunque era difícil comprender la verdad que acababa de descubrir, había algunos seres cuyos ojos estaban cubiertos solamente por un suave velo de ignorancia, decidió permanecer en el mundo para tratar de ayudar a que los seres despierten y salgan del samsara (rueda de nacimientos y muertes sucesivas).

Durante los siguientes cuarenta y cinco años difundió sus enseñanzas, exponiendo las leyes que descubrió, adecuando sus palabras según su auditorio, dejando un excelente ejemplo y una gran guía para la humanidad, lo que sirvió de base para lo que hoy conocemos con el nombre de Budismo (Buddhadharma: la enseñanza de Buda).


Las Cuatro Nobles Verdades

Primera Noble Verdad: El Sufrimiento. El sufrimiento existe. Todos sufrimos en alguna medida, y tenemos en el cuerpo y en la mente algún tipo de malestar. Debemos reconocer y aceptar la presencia de éste sufrimiento y sentirlo, no negarlo.

Segunda Noble Verdad: El Origen del Sufrimiento. Después de percibirlo, debemos observarlo profundamente para ver cómo se forma. Necesitamos reconocer e identificar qué clase de alimentos espirituales y materiales hemos ingerido que nos están causando sufrimiento. El Sufrimiento es causado en gran medida por el Deseo, el Apego y la Ignorancia (desconocer la realidad de la Interdependencia, de la Impermanencia, del Karma, de la ley de "Causa y Efecto", etc).

Tercera Noble Verdad: La Extinción del Sufrimiento. Esta es una buena noticia. Buda no negó la existencia del sufrimiento, pero tampoco negó la de la alegría y la felicidad. Buda no dijo que "todo es fuente de sufrimiento y no podemos hacer nada para evitarlo". Buda nos enseñó cómo reconocer y aceptar la presencia del sufrimiento, pero también nos enseñó cómo ponerle fin. Si no hubiera la posibilidad de hacerlo, ¿de qué serviría practicar? La Tercera Noble Verdad nos dice que la curación es posible.

Cuarta Noble Verdad: La Senda que conduce a la Extinción del Sufrimiento. Esta es la senda que más necesitamos. Buda la denominó el Noble Octuple Sendero.

El Noble Octuple Sendero

¿Cuál es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la extinción del sufrimiento?
El Noble Octuple Sendero conduce a la extinción del sufrimiento.
Buda.

La Cuarta Noble Verdad (el Octuple Sendero) es una serie de instrucciones que nos hace trascender el sufrimiento de la vida, y experimentar una enorme plenitud. El Noble Octuple Sendero se denomina también el Camino Medio, porque evita los extremos de los excesos y las privaciones, que desencadenan la avidez emocional en tu interior. Es útil considerar cada acción como una receta para alimentar tu corazón.

Los caminos del Noble Octuple Sendero son:

1) Visión Correcta o Justa
2) Pensamiento Correcto o Justo
3) Atención Correcta o Justa
4) Habla Correcto o Justo
5) Acción Correcta o Justa
6) Diligencia Correcta o Justa
7) Concentración Correcta o Justa
8) Medio de Vida Correcto o Justo

Quizás te preguntes por qué aparece la palabra "Correcto/a" o "Justo/a" en cada acción. Este adverbio significa "la manera correcta o justa", "recta" o "derecha", que no es torcida ni errónea. Es decir, el Noble Octuple Sendero te señala la dirección adecuada: te conduce hacia la plenitud y te aleja del dolor.


Tomar Consciencia

La Toma de Consciencia es la base del Noble Octuple Sendero. Como ya hemos mencionado anteriormente, el hecho de ser consciente se conoce como la medicina que cura la enfermedad del deseo. Cuando estás atento a la verdad de cada momento (mientras compras, cocinas, comes o bailas), esta atención concentrada te hace disminuir tu ritmo lo suficiente como para que puedas examinar tus hábitos.

Para alimentar tu corazón, has de practicar esas reglas. No se proponen para que las pruebes una vez, sino para que te comprometas a seguirlas durante toda la vida. Siempre puedes descubrir cosas nuevas y experimentar con ellas. Practicar el Esfuerzo Correcto en un momento dado será completamente distinto de hacerlo en otro, de modo que siempre tienes una nueva oportunidad para aplicar tu esfuerzo.

Existen tres formas generales de Budismo:

Budismo Theravadha: Su objetivo es la liberación personal y su ideal es el Arhat, la persona que se libera de las pasiones, es un camino individual, por eso los practicantes de Mahayana lo llaman Budismo Hinayana (Pequeño vehículo), puesto que sólo sirve para uno mismo.

Budismo Mahayana: Su objetivo es la liberación de todos los seres, y su ideal es el Bodhisatva, la persona que hace el voto de liberar a todos los seres antes de liberarse él mismo, aunque para ello tarde incontables eones, a esta aspiración se le llama Bodhichitta (espíritu de la iluminación). Mahayana significa "Gran Vehiculo" por que caben todos los seres en el.

Budismo Vajrayana(budismo tibetano): Su objetivo es también la liberación de todos los seres partiendo de la idea de que uno mismo y todos los demás sin excepción somos ya, en este mismo momento, Budas, y nuestro objetivo es darnos cuenta de ello, despertar nuestro Buda dormido. La diferencia con el Mahayana está en las técnicas para hacerlo, ya que el vajrayana emplea todo el potencial disponible, es decir nuestras emociones más intensas, para transformarlas en cualidades. Se le llama también "vehículo del relámpago", porque puede llevar a la iluminación en una sola vida


Reinos del Sansara budismo tantrico tibetano








Meditación budista


La meditación (samadhi o bhavana) es la práctica budista por excelencia. El significado del término es "cultivo de la mente". Es por tanto una actividad que supone determinada disposición para que el practicante se sitúe en la realidad y así aumentar su comprensión y sabiduría, que son esenciales para la erradicación de dukkha. Hay muchas y variadas técnicas de meditación budista dependiendo de cada tradición y escuela, si bien todas se basan en dos componentes llamados samatha (calma mental, tranquilidad) y vipassana (conocimiento directo, intuición). En el núcleo central de toda meditación budista hay una observación tranquila y atenta tanto de los propios procesos mentales como de los fenómenos de la vida.

La meditación budista se basa en el samadhi, necesario para la realización del Nirvana. En el budismo se explican las diferentes etapas de meditación o jhanas que se experimentan en el progreso hacia el Nirvana.

A partir de una base común, a lo largo de la historia las diferentes tradiciones budistas elaboraron sus propias técnicas de meditación dependiendo de su propia evolución histórica y sus influencias culturales. En todas las tradiciones hay infinidad de técnicas y variantes meditativas, pero al basarse en los mismos fundamentos son similares. Lo característico de los sistemas de meditación budista en las diferentes tradiciones es el objetivo de alcanzar el Nirvana.





Buda estableció una comunidad monástica para que sus enseñanzas se mantuvieran vivas y puras. Esta comunidad de practicantes es la Sangha, especificamente son la comunidad monástica y los maestros, que laicos o célibes dedican su vida a la práctica del Dharma. Ellos son los encargados de mantener viva la enseñanza de Buda con su propia comprensión y a traves de las distintas escuelas y linajes.
Todo budista toma refugio en las 'Tres Joyas, Los Tres Refugios o Los tres tesoros, siendo este acto lo que lo define como tal. Este refugio viene a significar que una vez la persona ha comprendido el sentido de liberación que subyace en el camino del Dharma, tomará refugio mientras dure su vida en:

Buda: naturaleza bodhi, nirvana o despertar.
Dharma: el budismo, la enseñanza de budas.
Sangha. la comunidad de budistas


areas de poblacion budista




BUSCAR LO QUE NOS UNE.
Publicado por JAVIER AKERMAN






Si dejamos a un lado los apegos a las formas y a las doctrinas podemos encontrar lo que une a las diversas religiones y no lo que las separa. Si leemos con desapego y objetividad diversos textos cristianos o budistas, saltan a la vista y llaman al corazón las similitudes. Hay muchos cristianos “sin cruz”, es decir, ateos o agnósticos que en su comportamiento diario son ejemplo a seguir. ¿Por qué tenemos la manía de resaltar las diferencias y no las similitudes? La verdadera espiritualidad es abrir el corazón y la mente, no cerrarlos ante aquello que no conocemos o no queremos conocer. Si muchos cristianos leyeran las enseñanzas de Buda y los budistas las palabras de Cristo, se abriría una puerta a la verdadera espiritualidad, y todo ello sin renunciar a las creencias de cada uno. Hay un texto zen que define muy bien lo que acabo de decir: Un monje budista del maestro Gasan visitó la universidad en Tokio. Cuando regresó, le preguntó al maestro si alguna vez había leído la Biblia cristiana. “No”, respondió Gasan, “por favor léeme algo de ella”. El monje abrió la Biblia en el Sermón de la Montaña y empezó a leer. Después de leer las palabras de Cristo sobre los lirios en el campo, se detuvo. El maestro Gasan permaneció en silencio durante un largo tiempo. “Sí”, dijo finalmente, “quien haya pronunciado estas palabras es un ser iluminado. ¡Lo que acabas de leerme es la esencia de todo lo que he estado tratando de enseñarte aquí!”

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